jueves, 28 de julio de 2022

ACTUACIÓN DE DON FELIPE PASTRÉ EN ITUZAINGÓ

 


Una de las figuras tradicionales de nuestro pueblo la constituye don Felipe Pastré, fallecido hace algunos años.

La actuación comercial de don Felipe Pastré fue intensísima en esta localidad y puede afirmarse, sin lugar a dudas, que su nombre fue estrechamente vinculado al desarrollo del pueblo.

Fue, en todo momento, un hombre en extremo laborioso y emprendedor. Audaz y decidido en todas sus empresas fue logrando, gracias a su voluntad férrea y a su espíritu comercial, levantar sus negocios a grandes alturas, para, repentinamente señalar declinaciones violentas. Sin embargo, poco después, lo sorprendíamos nuevamente reiniciando otras empresas y volver a triunfar en forma notable, como si surgiera una vez más de su propio esfuerzo.

Hubo en don Felipe Pastré un temperamento extraordinario. Había nacido para el comercio y reunía todas las condiciones que caracterizaron a los pioneros americanos, en sus fantásticas empresas. Fue siempre hijo de sus propias obras, pues las posiciones destacadas que logró escalar las conquistó desde el último peldaño de la actividad humana, donde se inició modestamente sin más capital que su entusiasmo sin límites y sin otro acicate que su férrea voluntad de vencer.

Don Felipe Pastré había nacido en Francia. Antes de radicarse definitivamente en este país había realizado, previamente, 16 viajes a Buenos Aires desde su patria. Obrero panadero trabajaba a bordo de un buque francés que realizaba la travesía.

Se cuenta al respecto una curiosa incidencia. Debiendo embarcarse para Buenos Aires en uno de sus viajes a bordo del vapor “La France”, a último momento debió quedar en tierra por un inconveniente imprevisto y embarcó a los pocos días en el vapor gemelo “Provence”. Hallándose en pleno mar el vapor “La France” se declaró a su bordo un terrible incendio que destruyó la nave pereciendo casi toda la tripulación y los pasajeros. Fue una catástrofe que impresionó en su época y solo una circunstancia casual impidió que don Felipe Pastré no se hallara a bordo.

En el año 1875 D. Felipe Pastré llegó a Ituzaingó donde se radicó. Y en el día 10 de mayo del mismo año inició su negocio de almacén en el local actualmente conocido por casa de Beltrame, local que le alquilaba Juan Semería. En esa casa funcionó el almacén Pastré durante catorce años.

En el año 1887 se inició la construcción del actual edificio donde funciona el almacén de don Eduardo Pastré y Hno. La construcción recién se terminó en el año 1889.

Ese edificio en su aspecto exterior es exactamente el mismo. Ello puede dar una idea de la importancia que se asignó a esa construcción en aquella lejana época. La fotografía que publicamos fue tomada hace 25 años. Para dar una idea de la solidez del edificio basta decir que los cimientos tienen más de cuatro metros de profundidad y las paredes sesenta centímetros de espesor.

El lugar donde se construyó la casa y sus inmediaciones eran, en aquel entonces, una laguna que fue rellenada completamente.

Hacia el año 1906 en los sótanos de la casa se instaló una panadería que fue la más importante del pueblo y trabajó incesantemente.

Se recuerda que don Manuel Rodríguez, fundador de Ituzaingó acostumbraba a ir a almorzar en el primitivo almacén Pastré y elogiaba la excelente cocina de la casa.

En resumen: don Felipe Pastré fue uno de los vecinos más caracterizados de este pueblo y en la época que le tocó actuar contribuyó con su dinamismo y espíritu al progreso de la localidad. El negocio Pastré fue el eje de todas las actividades del pueblo durante muchos años, habiendo sido un establecimiento de prestigio extraordinario.

Los hijos de don Felipe Pastré, Josefina, Carlos, Enrique, Eduardo, Rodolfo y Felipe fueron con el transcurso de los años, eficaces colaboradores en aquellas magnas empresas. Y en la actualidad son continuadores dignamente autorizados del espíritu laborioso del prestigioso vecino cuya semblanza hemos tranzado ligeramente en estos breves datos biográficos.