PRÓXIMO SERVICIO DE ÓMNIBUS HASTA CASTELAR
La simpática y ya importante población de Villa Ariza está
formada por un pedazo de tierra privilegiado. Se encuentra ubicada a igual
distancia de las estaciones ferroviarias de Ituzaingó y Castelar, aun cuando su
actividad ha estado siempre vinculada más directamente con el pueblo de
Ituzaingó.
La obra anhelada de tiempo atrás, el pavimento de sus calles
principales, ya es un hecho. Está tan próxima la realización de mejora tan
deseada que no es difícil que a la aparición de este artículo los equipos y
materiales de una empresa pavimentadora hayan ya entrado y dado comienzo a los
trabajos.
Su unión con Ituzaingó está hecha por el autoriel, servicio
implantado desde hace muchos años; servicio que los primeros pobladores
recuerdan como comenzó a prestarse y cómo se presta ahora.
Su contacto con Castelar lo tendremos antes de fin de año.
La pavimentación de la calle Lavalleja se iniciará (frente mismo a la estación
del autoriel) seguirá hasta Paysandú, bajará por ésta hasta Julio A. Roca y por
ésta hasta la estación Castelar.
No exageramos al repetir que “Villa Ariza” es un pedazo de
tierra privilegiado. ¿Qué otra Villa tiene una ubicación tan envidiable que lo
mismo encaja en Ituzaingó que en Castelar?, con seguridad, no existe otra.
Creemos interesante hacer un poco de historia, referirnos
cómo surgió esta Villa, cómo se la unió con Ituzaingó, cómo y cuándo se la dotó
de tranvía, quién fue su fundador, etc. Veamos:
José María Ariza hombre emprendedor de largas vistas,
adquirió allá por el año 1908 una extensión de tierra contigua a Ituzaingó,
propiedad de don Bernardo Etchebhom. Su intención fue fundar un pueblo y puso
manos a la obra de inmediato procediendo a la subdivisión en lotes y donando a
la Municipalidad de Morón sus calles y la tierra necesaria para Plaza y
escuela.
Ariza, fuerte industrial en tabacos de la época de Durán,
Rolón, Somay, Brisson y otros, entregó a los fumadores de marquillas de sus
cigarrillos una importante cantidad de lotes de terrenos en premios, y a ese
bajo precio, fueron surgiendo las primeras casas, es decir, llegaron los
primeros pobladores.
Más tarde, viendo que ese barrio era toda la promesa de un
nuevo pueblo, constituyó la Sociedad E. F. Pasquié y Cía., con la finalidad de
vender tierra por mensualidades y puso al frente de su administración a otro
hombre emprendedor, don Antonio Florit, diremos, al verdadero fundador de la Villa,
figura ponderable y laboriosa que con todo ahínco lleva ya un cuarto de siglo
de dedicación diaria.
Don Antonio, como así se le conoce en toda la zona, encaró
cuanta mejora consideraba necesaria para el progreso de la Villa. Abrió sus
calles, las abovedó, construyó sus alcantarillas, pasos y desagües y allá por
el año 1913, como todo lo hecho le parecía poco, solicitó y obtuvo la concesión
de la línea de tranvía actual y acto seguido formó una sociedad entre los
principales propietarios para la construcción y explotación de sus servicios.
Una prueba de la labor y tenacidad del señor Florit en esta
empresa lo demuestra el hecho de que en solo tres meses se iniciaron y
terminaron los trabajos y hacía correr el primer cochea sangre el 24 de mayo de
1914, día memorable para aquel vecindario que obtenía un servicio del que
carecían pueblos viejos de la provincia de Buenos Aires.
Integrantes de esa Sociedad en calidad de accionistas de la
empresa de Tranvía fueron vecinos caracterizados del partido: E.F. Pasquié y
Cía., Bernardo Etchebhoun, uno de los más entusiastas, Hughes, Pastré Hermanos,
C. J. Ratti, Roca, doctor Novaro, Munilla, Bovone, Caputo, Coulton y el mismo
don Antonio Florit (desde entonces administrador del Tranvía).
La inauguración de la línea fue todo un acontecimiento; la
ceremonia fue presidida por el Intendente de Morón –en ese entonces don Ernesto
Grand- el presidente del Concejo Deliberante, don J. D. Brunati, concejales y
todo lo más representativo del Partido.
Siguiendo el Sr. Florit el plan que se había impuesto para
el adelanto de la Villa, en 1926 se propone y transforma el rutinario servicio
a sangre en autoriel, servicio que a partir del año 1928 época en que la firma
Supervielle y Cía., adquiere la empresa del tranvía, se aumenta los elementos
de movilidad en las condiciones actuales, es decir, en una forma regular y de
completa seguridad para el vecindario que cuenta con un horario que combina con
la llegada y salida de los trenes de y para Once.
La construcción del pavimento que por momentos se espera ver
realizada se debe en gran parte a la casa Supervielle y Cía., la que contribuye
en su casi totalidad al costo de la obra.
Ya tiene la Villa un buen servicio de luz eléctrica y ya
tendrá también como complemento de la pavimentación un servicio de ómnibus
hasta la estación Castelar y será entonces el momento de decir que Villa Ariza
se ha convertido en la niña bonita del Oeste, llevada de una mano por Castelar
y por Ituzaingó de la otra.
Es, pues evidente que las perspectivas de progreso son muy
grandes para Villa Ariza. Tiene en su seno todos los elementos para su propio
desarrollo. Es algo más que una promesa: es una bella realidad. Ubicada
estratégicamente a corta distancia de dos centros de compacta población a los
que estará ligada por servicios de ómnibus y autovía, y próxima la importante
avenida Gaona, Villa Ariza está llamada a un crecimiento extraordinario.
El Banco Supervielle está firmemente interesado en su
progreso. Y cuando una institución bancaria del prestigio de la Casa Supervielle
interpone su acción en pro de una obra determinada, puede descontarse el éxito
de la misma.
Próximamente serán vendidas en lotes grandes extensiones de
la Villa, lo que asegura la formación de una compacta población.
La pavimentación de la calle que reunirá Villa Ariza con
Castelar que debe iniciarse en estos días y la instalación de un cómodo y
rápido servicio de ómnibus entre esos dos puntos, sin perjuicio del existente a
Ituzaingó, señalan factores que aseguran el cumplimiento del vasto plan de
progreso que las circunstancias parecen haber trazado en pro de esa población.
En resumen: creemos firmemente que el Villa Ariza de hoy
encierra uno de los pueblos más importantes del futuro en la zona del Oeste.